En el ámbito de la reclamación de deudas, existen diferentes herramientas legales disponibles para abordar este tipo de situaciones. En este contexto, se presentan dos vías fundamentales: la reclamación extrajudicial y la vía judicial. Por un lado, la primera se destaca por su enfoque amistoso y eficiente, ofreciendo una alternativa rápida y económica antes de recurrir a procedimientos judiciales. Por otro lado, la segunda, a través del Juicio Monitorio, ofrece un proceso ágil y directo para la recuperación de deudas. A continuación, se detallan con mayor profundidad:

Vía extrajudicial: La reclamación extrajudicial es un trámite que tiene como objetivo intentar resolver el conflicto de forma amistosa.

• Muy recomendable como paso previo a la vía judicial.
• Forma rápida y económica para reclamar deudas.
• Comunicación fehaciente (burofax) para reclamar determinadas pretensiones.
• Interrupción del plazo de prescripción.

Vía judicial: La reclamación por vía judicial consiste en instar y ejercitar un derecho ante los órganos de justicia, con el fin de obtener determinadas pretensiones y/o el reconocimiento de un derecho. El Juicio Monitorio es un procedimiento especial dirigido específicamente para reclamar el cobro de una deuda dineraria.

• Procedimiento ágil y sencillo para reclamar una deuda.
• La deuda debe ser dineraria, líquida, determinada, vencida y exigible.
• El acreedor debe acreditar documentalmente la deuda reclamada.
• El deudor tendrá un plazo de 20 días para atender el pago u oponerse.
• En caso de oposición del deudor, el procedimiento se transformará en Juicio Verbal o Juicio Ordinario, según la cuantía que se reclame.
• El acreedor podrá solicitar directamente la ejecución si el deudor no paga ni se opone en plazo.

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